Mientras soplaban nuevos aires democráticos en el país, las voces silenciadas durante la etapa de dictadura militar comenzaban a buscar espacios.
En todo el país surgieron grupos de aficionados a la radio que encendieron transmisores y levantaron antenas para expresar sus dolores y alegrías.
Nacían las primeras radios comunitarias/populares. Lo hicieron al margen del Decreto (ley de facto) 22.285, escrito a sangre y fuego por los mismos militares responsables del Terrorismo de Estado.