La llegada al gobierno nacional de la Alianza Cambiemos encabezada por Mauricio Macri inaugura una nueva etapa comunicacional, con el mercado y las corporaciones como protagonistas. Desguaza la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, aunque la resistencia de los movimientos sociales y las organizaciones populares logra mantener políticas centrales para el sector.
FARCO articula con otras asociaciones de medios comunitarios a través de Interredes. Se mantiene con un centenar de emisoras que resisten los recortes del gobierno neoliberal y la represión a las distintas expresiones de la militancia popular.