Abrojos (25-06-11)

En Lules y La Ramada: Comunicación Comunitaria con Facilitadores territoriales

Por Emanuel Gall

Para olvidarse del frío del invierno

El martes fue un día frío, amaneció helado y estaba a la altura de las exigencias de un día de invierno previsible. Esos días en que el sol tarda en salir y cuesta desperezarse, sacarse las colchas de encima, para luego arrancar con las actividades del día. Pero era martes y esos días están viniendo especiales, sobre todo por las mañanas, porque vamos a Lules. Así que tras un desayuno rápido y el alistamiento obligatorio, tomamos los equipos y útiles necesarios y partimos. Llegamos al centro cultural de la Municipalidad de Lules pasadas las 9.15hs, o sea tarde.

Nos estaban esperando con café listo y todas las chicas sentadas alrededor de la mesa. Todas y Fabián, el otro participante del taller. Muy buen clima, al principio con timidez y luego con abrazos de recepción cariñosa. Todos listos para trabajar, sonrientes y afectuosos.  En representación de los Abrojos fuimos Eva y quien escribe (Manu), mientras que Estela, Franco, Mati y Daniela estuvieron presentes como parte de los equipos técnicos de la Dirección de Capacitación y Organización Comunitaria del Ministerio de Desarrollo Social de Tucumán que dirige Bibi Guerrero. Fue el tercer taller del ciclo, de un conjunto de encuentros que se propone fortalecer las facilitadoras y facilitadores que vienen trabajando en territorio con el proyecto Familias y Nutrición.


Familias y Nutrición


Este proyecto se realiza en cooperación con UNICEF, y busca fortalecer a las familias en su función básica de sostén y crianza de sus hijos, alimentación-nutrición y cuidado de la salud. Desde una perspectiva de derechos ejercidos plenamente en la vida cotidiana, el trabajo vincula la alimentación y la nutrición con la promoción de otros derechos necesarios para atención temprana del desarrollo infantil en el ámbito familiar y comunitario.


En el sitio del Ministerio de Desarrollo Social de Nación cuenta que “Para la implementación del Familias y Nutrición, se trabaja articuladamente con equipos provinciales y locales, así como con los distintos actores sociales involucrados en la temática de infancia y familia, en la elaboración y ejecución de propuestas de intervención que impulsan y fortalecen espacios de participación y sostén para la crianza de niñas y niños”. Toda una declaración de principios. Y a decir verdad se ve en la práctica.

A través del proyecto se seleccionan, elaboran y distribuyen diversos materiales de promoción de lectura, de divulgación científica para lectores no convencionales, primeros lectores y lectores con mayor autonomía; juegos y juguetes de construcción, dramatización, de mesa y para bebés; nutrijuegos de educación alimentaria nutricional diseñados especialmente para compartir en familia. La idea es que a partir de generar encuentros y compartir experiencias, se fortalezca la identidad, los vínculos y las redes comunitarias.
Con el Familias y Nutrición se intenta desplegar estrategias que gradualmente “permitan superar la asistencia, promoviendo acciones de fortalecimiento familiar con información, capacitación y recursos que impulsen la autonomía alimentaria y la comida en familia”, se explaya el sitio oficial.

La modalidad claramente es dialógica, participativa y basada en la capacidad pedagógica de los juegos y la mirada lúdica sobre cuestiones de la vida cotidiana. Así el proyecto extiende actividades en todo el país; y mientras se visibiliza, fortalece la conformación de redes protagonizadas por sus facilitadores y por las institución es con las que trabajan.

En Tucumán se implementa a través de la llegada a territorio que tiene la Dirección de Capacitación y Organización Comunitaria del Ministerio de Desarrollo Social de Tucumán. Abrojos viene llevando a cabo una experiencia de Capacitación en Comunicación Comunitaria para Facilitadores territoriales del proyecto Familias y Nutrición en dos localidades: Lules y La Ramada. La meta es que los participantes aprendan a desarrollar estrategias de visibilización de todas las actividades que vienen protagonizando, tanto en Radio, video como en gráfica, y que también vayan haciendo un camino de experiencias en la tarea ardua pero necesaria de “Prensear”, esto es contactar medios, proveer de información válida y actualizada, construir una agenda de contactos de personas que pueden ayudar a difundir mejor las actividades para así mejorar las convocatorias a las propuestas de llevan adelante y mejorar las condiciones de recepción de apoyos varios.

Hay equipo

Antes de ir al taller del martes, vale la pena consignar un paréntesis dedicado a resaltar la dedicación y el modo de trabajo del equipo técnico de la Dirección. Nos acompañan siempre a los capacitadores de Abrojos a cada encuentro y participan de las actividades como uno más, aportan ideas, motivan a la gente, relacionan, ayudan a inspirar. O sea, un modo, en la misma práctica de producir cuidados y de tender vínculos que genera otra predisposición, una mayor confianza y un manera más que positiva de encarar el trabajo, de imaginar alternativas y de asimilar los sentidos profundos del proyecto. No suele ser lo más común, por eso vale la pena resaltarlo. Porque muchas veces no pensamos que para que las planificaciones de los proyectos, que se escriben en sintonía con las nuevas miradas de derechos y de cuidados, realmente se vean plasmadas en las prácticas, se necesita entrega, compromiso y disposición. Y no de cualquier tipo, sino de esa entrega que no deriva responsabilidades para tranquilizarse, sino que toma como propio hasta aquello que se les pide a los demás. Es solo una punta reflexiva como para seguir trabajando con la idea. La dejamos ahí, ya la retomaremos.


La galaxia del propio barrio

Ahora sí, volviendo al taller del martes, este martes trabajamos con el manual Barrio Galaxia y el esquema de comunicación comunitaria. Nos dividimos en dos grupos. Cada grupo identificó una problemática de la comunidad vinculada con la alimentación/nutrición o crianza y describieron a los actores e instituciones intervinientes (o sea vinculados con la problemática). También reflexionamos colectivamente sobre los procesos que condujeron a tal situación problemática. Y para finalizar eligieron espacios (circulación, concentración o reunión) en donde los mensajes producidos deberán ser emitidos. Esta vez trabajamos con la radio como herramienta. O sea que nos pusimos a pensar en las particularidades del lenguaje  radiofónico.

No es el lugar para irnos en elogios, pero los dos grupos trabajaron un montonazo, con mucho entusiasmo, con mucha entrega. Ver ese modo de encarar las actividades es lo que justifica que uno se levante temprano un día de invierno para subirse a una camioneta y llegarse a dar un taller.
El compromiso de los participantes es a veces la punta del ovillo que falta para que el camino llegue a su fin de modo satisfactorio. Y eso no siempre está garantizado. En Lules el martes se vio a un grupo de personas que a pesar de no trabajar en comunicación a menudo, se dio maña para construir una verdadera mesa de comunicación donde sentados en círculo y mirándose de frente siente que tiene mucho que aportar y una voz para hacer valer. Eso se lo ve, se lo siente, también como tallerista. Desde que comenzamos el proceso comenzó también a circular el concepto de que ellos, a partir de ahora, son también sus propios comunicadores, que el taller se propone ese desafío, el de que no sientan que esa es una tarea que les queda grande. Recordemos siempre que Comunicador se hace, no se nace. La tarea del comunicador o comunicadora es algo que requiere ganas, estudio y organización. Y en ese camino estamos andando. Todos los comprometidos con la idea.


Y salieron varios temas, pero los más destacables fueron los que planteaban la necesidad de la lactancia materna “el dar la teta”, y otro vinculado al embarazo adolescente, “las niñas, madres no saben cuidar a sus hijos”. Los dos muy relacionados con lo que hacen permanentemente en el trabajo en territorio. ¿Qué temitas, no? Temazos. La verdad que cualquiera diría que los facilitadores del Familias y Nutrición piensan y se dedican a pequeños temas de la vida humana. Pequeñísimos. Y la complicación no era justamente que los participantes no pudieran establecer relaciones causales, sino todo lo contrario, pueden establecer muchas, entonces se les complica acotar el problema y elegir una sola dimensión del tema para darle un abordaje comunicacional.

Porque en comunicación, sobre todo cuando se busca sensibilizar, el que no acota, el que no resume, pierde. Eso es lo bueno y lo malo de este oficio tan apasionante.  Por poner un ejemplo los participantes de ambos grupos llegaron a la conclusión de que el embarazo adolescente atraviesa cuestiones de orden psicológico, jurídico, social, cultural, familiar, económico, etc. Cuántas dimensiones tienen estas cuestiones. Pero el tema es acotar para construir un mensaje que sea convocante, que invite a sumarsse, a sensibilizarse, que llegue al corazón de las personas con las que nos contactamos a diario (llegar al corazón no implica ser amarillistas, atenti!), con periodistas de nuestros territorios, con las autoridades competentes, con las y los docentes, con los profesionales, con los padres de las iglesias, etc  y etc. La base de la comunicación comunitaria es la construcción de herramientas que no solo informen a la gente, sino que los inviten a sumarse, que los encuentren atentos a lo que podamos decirles y prontos para venirse a nuestras reuniones, charlas, talleres, o actividades. A veces será un afiche, otras un boletín, otras una radio abierta.

Y quien sabe, un boca a boca, y un puerta a puerta. Nada está invalidado de antemano. Todo puede ponerse a consideración del grupo. Y eso requiere trabajo, no es algo que se aprende de un día para el otro, sino que exige atravesar un camino de mucho ensayo-error. Y hacerlo con ganas, en conjunto con los demás compañeros del grupo.

Así que estuvimos trabajando mucho sobre eso durante toda la jornada del martes, la tercera de este ciclo familiero, nutritivo y reconfortante. Reconstruimos el esquema de Comunicación Comunitaria que comparte con nosotros Barrio Galaxia y empezamos a trabajar punto por punto. Cuáles son los actores involucrados, a qué procesos históricos se debe esta situación, con quién o quienes podríamos contar para ayudar a sensibilizar sobre el tema, qué procesos tenemos que traer a la memoria,  en qué espacios pensamos que podría circular esta comunicación, si estos espacios son los de circulación, concentración o reunión. Y así. Y salieron muchas cosas, tanto con el tema de lactancia como con el problema del embarazo adolescente.


Después nos metimos de lleno a trabajar más puntualmente el tema del lenguaje radiofónico, para ejemplificar el tema de la buena alimentación para el bebé, de la comunicación madre hijo (la teta no es solo alimento sino también comunicación, corporalidad, ingreso al lenguaje) nos vino como anillo al dedo escuchar el spot LA TETA que el Ministerio de Desarrollo Social de Nación realizó con Farco (Foro Argentino de Radios Comunitarias) hace unos años. Y no estaba preparado, sino que la situación se puso a medida de la oportunidad y vino bárbaro porque había coincidencia temática y encima era un material que sintetizaba lo que estábamos trabajando. El spot va directo al grano no abusa en el Baja Linismo de las palabras (claro, es un spot, no tiene que hacerlo), tiene que intentar usar varios recursos y no solo la oralidad para trabajar un contenido, tiene que presentarse seductor para el oyente. Y eso lleva necesariamente a cuidar las formas, el costado estético. La radio no es solo contenido, sino también forma, no solo vale el qué, sino el cómo lo decimos.

Con el Radioarmadores en la mano

Acto seguido tuvimos un momento de autosatisfacción. Escuchamos el Track nº 9 del Cd Radioarmadores: Lenguaje Radiofónico. Un partido que ganamos todos” de reciente aparición. Un material que hicimos desde Abrojos junto con la Secretaría de Articulación Territorial y Desarrollo Local del Ministerio de Desarrollo Social de Tucumán y con el aporte del Ente Cultural de Tucumán que nos facilitó el estudio de grabación y puso a disposición a su editor de sonidos y operador.
Fue súper emocionante la experiencia de escuchar un material de Abrojos como herramienta pedagógica, algo propio que de alguna manera rescate un poco nuestra propia impronta y nuestra manera de concebir los temas, como organización. Así que eso fue como un debut interesante también. El material escuchado cumplió con su función y con las expectativas. Sobretodo en todas las cuestiones vinculadas al lenguaje radiofónico, de solo escucharlo todos los elementos se vuelven mucho más claros. Cuando lo escuchábamos, todas y todos tomaban notas y se anotaban momentos clave. Y tras cartón hicimos un cuestionario en vivo que respondimos entre todos, y que además sirvió para charlar sobre qué consumos radiofónicos tenemos diariamente.


•        ¿Cuáles son los elementos que componen eso que llamamos lenguaje radiofónico?
•        ¿Qué función tiene la música en el audio? ¿Qué ambientes genera?
•        ¿Cuáles son las características de los personajes. ¿Cómo  hablan?
•        ¿Podrían enumerar los efectos sonoros utilizados en el audio que acabamos de escuchar? ¿Dónde se encuentran los protagonistas? ¿Cómo se dieron cuenta de que están ahí?
•        ¿Se utilizan silencios? Para qué?

Y ahí surgieron unos cuantos intercambios acerca de la radio como medio, de la necesidad de utilizar las palabras en su justa medida, de no abusar de la utilización de la palabra (la radio no es un café entre amigos) mientras se dejan a los otros elementos (propios de la radio. Efectos de sonido, Música, silencios) afuera. Tanto la música como los efectos FX generan sentidos comunicacionales, de ahí la importancia de su buen uso. Muchas veces el buen tino artístico en radio consiste justamente en la combinación adecuada, para que no quede un monólogo hablado y tampoco un pastiche de sonidos inentendibles. También hablamos de los silencios, recordamos a los grandes, a Aliverti, a Sietecase, a Polimeni y su ciencia casi exacta a la hora de utilizar los silencios, mecharlos entre las reflexiones, acomodarlos mientras se hace la pregunta en un momento de entrevista, dibujar como con un pincel el detalle fino (y hasta el grueso) a la hora de hacer un comentario musical y recordar aquella noche en que “el gran guitarrista (silencio, túnel total que pone nervioso al oyente)……….. el gran guitarrista había decidido ya no tocar para esa gente (plim, y cierre)”.

Para el final quedaron las dramatizaciones grupales hechas solo con sonidos. Había que recrear escenas, verdaderas situaciones de ficción y comunicarlas grupalmente. En tres grupos, pasando de a un grupo por vez al frente.

Las situaciones eran:
•        “Dos bebés se encuentran en un corralito rodeados de distintos juguetes. De pronto comienzan a pelearse por uno de los juguetes. Luego llega otro bebé que está resfriado. ¿Que pasará?”
•        “Nos encontramos en el circo, hay elefantes, leones, malabaristas, publico. Estamos en el acto principal. Reflectores, tensión. De pronto el león se suelta. Pánico, corridas.”
•        “Estamos en el autódromo. Carrera importantísima. Mucho Público. Autos a gran velocidad. De pronto se cruza un perro ladrando a los neumáticos. El auto pierde la dirección. El perro salva al conductor del  automóvil”.

Muy graciosos, mucho sentido de la puesta en escena, mucho entusiasmo para re presentar. Así nos fuimos, ya todos más desinhibidos y sin ningún problema con poner el cuerpo a encarar representaciones y a dibujarlas solo con sonidos. La semana que viene seguirán las producciones de spots, de guiones, de juegos de comunicación, de puesta en común con el cuerpo. La semana que viene tendremos grabaciones para compartir. Así de a poco se va construyendo lo que es el sentido más profundo de la propuesta. Que los participantes, los facilitadores como protagonistas se crean también el desafío de la comunicación. Nada es imposible, ni siquiera hacer lo que nunca se hizo, solo hay que querer intentarlo y ponerse a organizar entre muchos las condiciones que ayuden avanzar hacia ese horizonte. Después está en el pueblo de la propia comunidad hacerle un nuevo lugarcito en el dial a la nueva propuesta.

 

Publicado en Abrojos