ComAmbiental (20-05-13)

Félix, el democrático; Gildo, el destituyente

No le dicen destituyente a Gildo Insfran y su gobierno de Formosa. La Constitución de la Nación señala la pre-existencia de los pueblos originarios en lo que hoy es el territorio argentino.

Señala el derecho que tienen a elegir a sus autoridades de forma ancestral, buscando el consenso. Luego de la represión del 2010, luego del largo acampe en la Capital Federal, la Mesa de Diálogo entre los gobiernos provincial y nacional mandó a hacer una elección. Se impuso el método de la “democracia electoral”, propia de la sociedad occidental, y que como todos sabemos tiene sus mañas. Éstas fueron aplicadas en la Comunidad La Primavera, con clientelismo e intimidaciones. Aún así, Félix Díaz ganó, con el 62 por ciento de los votos, y se formalizó como lo que era: el qarashe, o líder. No obstante todo ello, para legitimar los continuos ataques que sufre la Comunidad, particularmente familiares de Félix, los funcionarios insisten en señalar que hay “divisiones internas”. Y si las hay, es cierto, es por el intervencionismo que pocos denuncian. Es el gildismo destituyente, aunque Carta Abierta no lo repita.

ANÁLISIS

Por Eduardo Soler


Las mañas, como las mañanas, existen, se ven todos los días. Sobre todo en provincias como Formosa, donde el Gobernador se viene reeligiendo desde que se inició en el máximo poder en 1995, dándole el “changüí” de que desde 1987 es vicegobernador. Gildo, pleno ejemplar del justicialismo menemista – kichnerista, todo junto y sin ningún problema (como por otra parte sucede en otros casos, ni que hablar en La propia Rioja con Luis Menem -perdón, Beder- Herrera). Gildo, que ya va camino a los 20 años, que en política no es cierto que no es nada, es mucho. Como reconoció un editor de Página/12: “Estos 18 años le permitieron al veterinario de 63 años estructurar la Justicia y las fuerzas de seguridad con gente de su confianza”. Esta nota “desubicada” en el contexto de un diario oficialista tuvo consecuencias. Como informó el mismo Martín Granovsky días después, se dio el inédito hecho que el Senado de la Nación la “editó”. Es decir, sancionó una declaración de repudio. Dijo el Vice-Presidente Amado Boudou, siempre entusiasta: “Propongo que se vote la habilitación sobre tablas”. Y así fue.

ComAmbiental encontró otra noticia interesante con la que contrastar la anterior. Fue en el año 2010, antes de la primera represión en La Primavera, cuando en la Cámara de Diputados se intentó tratar un proyecto de repudio y preocupación por la situación en la Comunidad. En esa oportunidad, Agustín Rossi como jefe de la bancada del FpV, se opuso -¿paradójicamente?- a que el proyecto se tratara sobre tablas. “Le pedimos que no nos obligue a votar en contra”, le decía Rossi a quien era autora del proyecto: Silvia Vázquez, de FORJA, en ese momento una reconocida aliada al kirchnerismo. No obstante, otra coincidencia es más importante: la ideóloga de la defensa al gobierno de Formosa fue la misma: Graciela de la Rosa. “No son ciertos los fundamentos de los distintos proyectos en el sentido de que hay un problema relativo a las tierras”, decía en 2010 como diputada. “Formosa es orgullosamente multiétnica y pluricultural”, “reconoce la propiedad comunitarias de las tierras” dice ahora como senadora. Coherencia no le falta. Apego a la verdad, sí. En el medio, murieron cuatro personas.

Silvia Vázquez, cabe recordar, fue una de las víctimas -a nivel político- del gildismo. A pesar de su protagonismo en temas relevantes como la Ley de Medios, el operador Carlos Zaninni la dejó afuera de la lista para renovar banca. “Lástima que desde que denuncié a Gildo Insfran y la violación a derechos humanos, el programa no me invito más”, dijo una vez en referencia a 678. ¿Qué tendrá Gildo, qué su “amor” es más fuerte que el “odio” a Clarín? En su última sesión, intentó infructuosamente que se tratara dar rango constitucional al Convenio 169 de la OIT, que da derechos a los pueblos originarios, como la consulta previa e informada. Otra de las víctimas políticas fue en su momento Claudio Morgado, quien fue desplazado como Presidente del INADI, luego de su acercamiento a Félix. La gestión había empezado en 2009, pero en diciembre de 2010, a días de empezado el acampe, fue incorporada como vice-presidente María Rachid. Luego de una “pelea” con versiones cruzadas, desde el gobierno nacional se separó a los dos del cargo. El INADI no volvió a tener injerencia en el asunto.

Claro, quien más sufrió fue el propio Félix. Porque los medios que ahora “explican” el último hecho a su hijo como una pelea interna, se olvidan de decir otras cosas. Primero, que Abelardo Díaz ya había sufrido un ataque, lo intentaron degollar en junio del año pasado. Luego, el propio qarashe fue atropellado el 9 de agosto de 2012: “No fue accidente, fue por nuestro reclamo territorial”, denunció en ese momento a un vehículo de propiedad de la familia criolla que apropió la tierra. El hecho sucedió a días de que se rechazara el Convenio marco entre la Provincia y Nación para hacer el revelamiento territorial, por no haber consultado a las comunidades. Entre los hechos más lamentables, el último diciembre fueron atropelladas por un gendarme Celestina Jara y su nieta Natalia Lila Coyipe, de 11 meses, que murieron por el “accidente”. Y también en forma muy lamentable, Daniel Asijak, sobrino de Félix, perdió la vida en otro “accidente”. El caso lo investiga un fiscal que tomó la posición del gobierno provincial. Nadie investiga tantos accidentes fatales en la comunidad. ¿No es sospechoso?

Ahora sí, llegan a los últimas novedades, hablemos del último ataque y su contexto. Como hemos publicado ya: “Hace unas semanas, luego del paso del Secretario de Derechos Humanos de la Nación, se anunciaba el Protocolo de Intervención de las Fuerzas de Seguridad para cumplir con un pedido de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Sin embargo, días después se anunció la acusación a Félix Díaz como “usurpador” en el territorio indígena”. Y sigue el intervencionismo destituyente: “desde que los funcionarios provinciales Hugo Arrua, administrador del Instituto de Pensiones Provinciales, y su esposa la doctora Elizabeth Obregoso, Coordinadora en el área de salud del distrito 4 y ex-concejal de Laguna Blanca, están interviniendo en la comunidad no dejan de generar conflictos internos y bronca”, explicó el qarashe. Hoy, una nota sin firma en Página/12 abona la idea gubernamental de que fue “una pelea”. Y publican el dicho de Arrua: “Díaz tiene objetivos personalizados y la comunidad ya se dio cuenta”. Recordamos: Félix ganó con 62 por ciento de los votos.

Sin embargo, por la violencia continua, por el dolor acumulado en estos años, por no avizorar la justicia en el horizonte, para proteger a su familia, el qarashe esta analizando en dejar su título, que tiene por mandato por varios años más. “Yo me quiero retirar de la lucha porque no quiero que mis hijos sean los que paguen”, llegó a decir con desconsuelo a la FARCO. La desesperación de Félix viene porque su hijo sigue dormido, no puede hablar con él. ¿En qué idea de democracia puede aceptarse esto? “Yo dejo en manos de la comunidad, porque es una interna que está dejando mucha violencia. Que ellos decidan si sigo como líder o no. No quiero ver sufrir a mi hijo por causa de esto, perder a un sobrino, un hermano que hace poco murió por falta de atención a la salud. No quiero seguir perdiendo familiares por esta lucha porque no es una lucha cualquiera, se trata de la vida misma”. Un genuino líder democrático, que pone en manos de la comunidad su destino, con la impotencia de un gobierno externo que interviene. Con las viejas armas de la conquista: el alcohol y la religión cristiana, con pastores evangélicos ahora.

Por buena fortuna, hay muchas voces que acompañan a Félix. Una muy cercana: “Hasta ahora, lo único que usted nos ha provocado, es miedo, dolor y tristeza”, expresó en una carta al gobernador, Pablo De Nardi, lenguaraz de la comunidad Qompi Voque Naqockta, y agregó con tono esperanzador que “hay a quienes el miedo nos hace fuertes, y la tristeza y el dolor, nos levantan a diario, para repensar un mejor mañana”. “Las reiteradas situaciones de violencia de los últimos años exigen la urgente intervención del gobierno nacional”, comunicó por su parte Amnistía Internacional. “No podemos hacer la vista gorda frente al etnocidio de Gildo Insfrán”, vociferó la Revista Garganta Poderosa, pidiendo: “Para combatir la violencia institucional” hace falta ponerse de pie frente “a los señores feudales también”. El CELS, a quien el gobierno nacional escucha, se había pronunciado contra el procesamiento: “La falta de implementación del derecho a la propiedad comunitaria ha generado los procesos de conflictividad y creado las condiciones para la reiteración de agresiones contra los miembros de comunidad”.

Las cosas como son. Félix, el democrático. Gildo, el destituyente.


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