Interredes expresa su preocupación por la retención de los equipos de Antena Negra TV y la situación de los medios comunitarios

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El jueves pasado, los trabajadores y trabajadoras del canal Antena Negra TV, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se vieron obligados a entregar los equipos de transmisión al Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) ante la amenaza de prisión sobre el ex presidente de la cooperativa bajo el cargo de desobediencia. 

Esto, en el marco de la causa iniciada en 2015 que lleva adelante el juez Marcelo Martínez De Giorgi ante las denuncias por interferencias presentadas por la multinacional Prosegur contra Antena Negra. El canal 20 de TDA, la frecuencia en disputa, está reservado para la comunicación audiovisual y no debería ser utilizado para telecomunicaciones como hace la empresa de seguridad. 

La medida surge de un nuevo fallo de la Cámara que revocó el sobreseimiento dictado por el mismo juez De Giorgi a fines del año pasado. En aquella oportunidad, De Giorgi había determinado que la situación debía resolverse en el plano administrativo y no en los fueros penales.

A pesar de la solicitud del canal, el ENACOM no actuó para detener esta nueva instancia de retención de los equipos ordenada por el juez que deja sin posibilidades de emitir al canal. Sin embargo, el organismo adquirió el compromiso de pedir junto con Antena Negra TV y por escrito una audiencia ante el juzgado, para finalizar la causa penal y llevarla al plano administrativo-político del que nunca debió haber salido.

En una situación en la que el Estado está en falta por la escasa regulación del espectro y ante la irregularidad de los dos actores, ya que si bien Antena Negra no tiene licencia porque la autoridad de aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual nunca abrió el llamado a concurso que el canal solicitó, tampoco la empresa Prosegur cuenta con tal licencia; las autoridades privilegian arbitrariamente el derecho de la empresa multinacional sobre la organización de comunicación popular. 

Como resultado, los equipos del canal quedaron nuevamente retenidos por la Justicia y la empresa Prosegur continuará utilizando para comunicaciones internas la frecuencia reservada para la Televisión Digital Abierta.

La situación de Antena Negra TV no es un hecho aislado. Es particular, por la gravedad que implica el secuestro de los equipos; pero hay otras situaciones, viejas y nuevas, que desde Interredes venimos denunciando, como la de otros canales de televisión comunitarios alternativos y populares (Pares, Urbana y Barricada) y la causa judicial que condena a la revista Barcelona por una de sus contratapas.

Todo este proceso sienta un muy mal precedente y nos pone en estado de alerta y movilización a todos los medios comunitarios que llevamos años luchando por la legalidad y construyendo legitimidad en la práctica activa de la comunicación comunitaria, alternativa y popular.