Radios comunitarias y escuelas producen programas en el marco del aislamiento social

Las radios comunitarias son espacios abiertos a las propuestas educativas de las comunidades y la pandemia estrechó esos lazos, especialmente entre escuelas y jardines que hacen programas que acompañan, educan y entretienen. Además de compartir las producciones del Seguimos Educando x Radio realizadas a nivel nacional, las escuelas producen sus propios programas en radios comunitarias de todo el país. Recopilamos testimonios de docentes, estudiantes y comunicadorxs que nos cuentan de sus andanzas llenas de voces y músicas compartidas.

Las radios comunitarias en Argentina van interactuado con las organizaciones barriales, y las escuelas son uno de los espacios fundamentales. Muchas emisoras son espacios educativos, y les docentes encuentran en ellas espacios para difundir lo que hacen, acompañamiento y muchas veces un lugar de creación en conjunto con comunicadoras y comunicadores populares. 

Este proyecto es posible gracia al apoyo de los comunicadores populares del barrio que nos ayudan y nos guían para mantener el vínculo con los pibes de la zona sur de La Plata”, dice Matías Casal, docente que participa del programa “Ceremonia en la tormenta” en FM Resistencia de La Plata.

Inés Torres, docente de comunicación, y Alfredo Herrera, docente de historia, decidieron hacer el programa “ATM- A todo Mariló” en FM Ocupas de Moreno cuando comenzó la cuarentena porque un gran porcentaje de sus estudiantes no tenían conectividad o los dispositivos electrónicos para acceder a las clases online. La comunidad de la escuela valora “que quien te está hablando conoce tu barrio, sabe de tus cosas, tiene referencias porque vive en la misma zona”.

Celina Comini, docente de Mendoza, cuenta que se acercaron a la radio comunitaria Aguaribay (de Godoy Cruz) porque es la “radio amiga y conocida”, que les abre siempre las puertas. Sabrina Suárez, educadora y conductora del microprograma “Rompecabeza“, comenzó este programa porque no podía llegar a sus alumnos de otra manera y le comenzó “a hacer ruido todos los vacíos que podíamos estar causando en cada niño y cada niña”.

Radio La Hormiga en Rosario, colaboró en el armado de un programa que reúne a una escuela primaria y un jardín. Alejandra Marceli, directora del jardín, dice que ese trabajo colectivo es un “horizonte esperanzador en medio de la incertidumbre”.

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Radio Gráfica cuenta con el programa Hora Libre” desde el año 2006 por donde han pasado cientos de pibas y pibes de las escuelas y jardines de la ciudad.

En Radio Encuentro de Viedma, una escuela primaria hace el microprograma “Si te escucho, yo me acuerdo”, con protagonismo de las voces de niñxs.

En San Martín de Los Andes, Radio Pocahullo transmite los programas de la Escuela 161 Payla Menuko del paraje de la comunidad Mapuche Curruhuinca, además de contenidos producidos por un jardín de infantes y una escuela primaria.

Las radios en zonas rurales cuentan con muchas experiencias, algunas de ellas como La Chicharra de Goya en Corrientes que tiene en su programación espacios de las escuelas agrícolas, donde los alumnos tratan temas como el bullyng.

También Radio Campesina de Cañuelas que tiene programas de las Escuelas de Alternancia. Todas las radios sostuvieron y ampliaron sus programas de escuelas durante la cuarentena para “llegar a cada rinconcito del partido de Cañuelas y sus localidades, con una propuesta abierta y participativa”, señaló Tato Moroni, docente de una escuela agrotécnica de alternancia, que realiza este programa hace 4 años.

Desde el sur de la ciudad de Córdoba, Daniela Marelli de Radio Sur cuenta de la larga trayectoria de más de tres décadas en el trabajo con talleres de radio: “La radio permite a esos niñes y jóvenes que participan, construir y revisar las representaciones que se hacen de ellos y ellas en los medios de comunicación, dar cuenta de las problemáticas ambientales de los barrios, las violencias que se viven y ocupar con sus voces un lugar en la radio que es un lugar de incidencia”. La publicación de “Radio Feroz” y “Todas las voces, todos”, fueron las sistematizaciones que realizaron Radio Sur y FARCO que da cuenta de la potencia que tiene la radio como herramienta pedagógica.

En Santa Fé, La Poria es el aula comunitaria de FM Poriajhú: “Acá podemos hablar, escucharnos y vernos también, para llenarnos de alegría aunque no podamos ir a nuestra Escuela”. Se escucha en la invitación al aula que reúne a docentes, estudiantes y periodistas que organizaron entre otras cosas, un abrazo sonoro en el día de los jardines.

Las radios comunitarias también acompañan otros espacios formativos en épocas de pandemia, como el de Centros de Jubilados, haciendo programas de talleres educativos como es el caso de Radio Nativa en Unquillo, Córdoba; o programas de los Centros de Alfabetización de Adultos como en FM Chalet de Santa Fe.

Lo que impulsó a les docentes a acercarse a las convocatorias de las radios, o proponer sus propios espacios en las distintas regiones del país fue la falta de conectividad en muchas zonas, la necesidad de contacto con las familias y la valoración de la radio como medio accesible, cercano y participativo.

Desde Radio Cuyum en Mendoza, una directora que hace programas cuenta que fueron aprendiendo, buscando publicidades que graban les estudiantes, estudiando cómo hacer radio y dice “nos sumamos a foros del portal educativo donde conocimos las experiencias de otras radios escolares, ahora a medida que pasan los días tratamos de colaborar también con otra escuela” para que se sume.

En Tucumán, FM Raco convocó a las escuelas del pueblo y hacen espacios donde interactúan docentes y periodistas. María Eugenia Roldán, docente de inglés, dice que la radio del pueblo es fundamental para transmitir esperanza, “es un faro donde se alienta al pueblo a seguir adelante”.

Muchas experiencias llegan desde distintas radios de FARCO como FM La Posta de Moreno, FM Soldati, FM Riachuelo en el barrio de La Boca de CABA, Radio Asamblea, y desde Córdoba FM Lu-K y La Ronda. Tantas radios comunitarias que acumulan muchos años de trabajo conjunto con escuelas, centros de educación no formal, y grupos de alfabetización. Hoy esos espacios se ampliaron, tomaron otra dimensión, y contienen nuevos desafíos porque, como dijo una docente tucumana “muchos jóvenes tuvieron que aprender a sintonizar una radio”.

Compartimos las voces que llegaron desde las radios comunitarias socias de FARCO donde docentes, niños y niñas, jóvenes y trabajadores de las radios comunitarias dan cuenta de algunas de éstas experiencias.