Río Negro (27-07-12)

Hizo 30 denuncias por violencia y sufrió nueva golpiza

El caso de Carolina, rosarina de 25 años, es un grave indicador a las autoridades que muestra que “la violencia de género no les importa”, opinan especialistas. “No hacen caso de las denuncias, no escuchan, no toman ninguna medida, no lo pasan al tribunal, el tribunal no cita, no hay cautelares, no hay protección para la mujer”, reclaman.

“Vi la muerte y me fui corriendo para el otro lado”, contó Carolina Z. de 25 años quien acaba de sobrevivir a una nueva golpiza de su pareja, al que denunció 30 veces por violencia de género, pero no fue escuchada.

La joven habló con Télam desde un lugar seguro, protegido, donde un equipo de la Dirección de la Mujer de Rosario la resguarda luego de su internación en el hospital Alberdi al que llegó inconciente luego de ser golpeada con un fierro por Roberto L. su pareja desde hace cuatro años, que se encuentra prófugo.

“Me pasaron cosas muy fuertes, muy seguidas”, dice la joven, mientras se reconoce nerviosa por la entrevista periodística a la que accedió “porque sé que le va a servir a otras mujeres que están pasando por lo mismo”.

Los detalles de “las cosas fuertes” que le pasaron tienen que ver con los golpes permanentes, el maltrato psicológico e incluso la violencia económica, porque ella trabajaba como empleada doméstica “lo que a él le gustaba, porque me sacaba toda la plata que yo ganaba trabajando”, contó.

La sonrisa también aparece en su testimonio cuando habla de Milagros, su beba de cinco meses que con llanto tenue reclama la teta materna: “ella es un milagrito para mi vida, juntas vamos a salir adelante”.

También su mamá Maria Antonia es un sostén “porque estuvo siempre, antes, ahora y ya me dijo que me va a seguir acompañando. Es la única persona en la que puedo confiar”, confesó.

Sabe que llegó el límite para el maltrato cuando dice que durante la golpiza “vi la muerte y salí corriendo para el otro lado”, por lo que decidió hacer pública su situación. La directora de la Mujer de Rosario, Silvina Santana, confirmó a Télam que se hicieron cargo del caso “porque nos avisaron del hospital y ahora la estamos resguardando y dándole todo el apoyo para que ella salga definitivamente de esta situación”.

Carolina hizo 30 denuncias por violencia en diferentes comisarías de la ciudad donde “me decían que yo era mayor y sabía lo que tenía que hacer, pero no me decían cómo”, relató angustiada.

Para la directora del Instituto de Género, Derecho y Desarrollo de Rosario e integrante del Comité de Expertas en Violencia de la Organización de Estados Americanos (OEA), Susana Chiarotti, “tenemos un indicador grave que debe ser leído por el Poder Judicial, por la policía provincial, porque está mostrando que el tema de la violencia de género no les importa”, dijo la experta.

“No hacen ningún caso de las denuncias de las mujeres, no las escuchan, no toman ninguna medida, no lo pasan al tribunal, el tribunal no cita, no hay medidas cautelares, no hay protección para la mujer”, denunció.

Chiarotti opinó en declaraciones al informativo del Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO)que “estas 30 denuncias son una vergüenza para el Poder Judicial y una vergüenza para los que trabajan con la seguridad de las personas”.

En tanto Santana explicó que “no hay un registro de todas las denuncias, ya que algunas mujeres van a comisarías, otras a tribunales y nosotras registramos las que llegan a nuestro servicio”.

También reconoció que las mujeres que buscan ayuda en la Dirección “relatan que si van solas a hacer denuncias a la policía, muchas veces no se las escucha, por eso nosotras las acompañamos en todo el proceso que implica salir del círculo de la violencia”.

A Carolina la acompañaron a hacer la denuncia por la agresión y también por amenazas, las que quedaron radicadas en los juzgados Correccional número 4 y el de Instrucción número 11.

Cuando el caso se difundió, la comisaría 30, a la que la joven y su mamá habían recurrido en varias oportunidades sin obtener respuestas, actuó de oficio y giró la actuación a la Fiscalía número 1 a cargo de Lucía Araoz.

La justicia libró una orden de captura para el violento, quien aún no fue capturado.

Desde su lugar seguro, Carolina agradece el apoyo del equipo de la Dirección de la Mujer y confiesa sus ganas de superar el miedo y de comenzar otro proyecto de vida.


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