Cuarto juicio en Córdoba con condenas a perpetua para tres represores de la policía

El Tribunal Oral Federal 2 de Córdoba condenó a prisión perpetua a los represores de la policía Pedro Nolasco Bustos, Jorge Vicente Worona y José Filiberto Olivieri por el asesinato de los integrantes de la juventud peronista Jorge Diez, Ana María Villanueva y Carlos Oliva cometido en 1976. En el juicio estaba también imputado el criminal de la dictadura Luciano Benjamín Menéndez pero no llegó a juicio por sus problemas de salud, al igual que otros represores que murieron antes del juicio. En declaraciones a Radio Sur emitidas en Informativo FARCO, Angel Villanueva, hermano de Ana María, expresó que con las condenas “se cierra un capítulo doloroso” y se abre uno de “lucha y de compromiso para que se continúe con estos juicios”. Sara Waitman, de la Asociación de Ex Presos Políticos de Córdoba expresó que “cada juicio que termina es un juicio ganado a la vida, a la memoria”.

Los tres jóvenes cordobeses fueron secuestrados en la calle y asesinados en junio de 1976 en lo que se intentó se mostrar como un enfrentamiento. El comienzo del juicio tuvo varias postergaciones y finalmente el mes pasado, más de 35 años después, se pudieron iniciar las audiencias. El tribunal cordobés dispuso que los condenados Nolasco Bustos y Worona cumplan la pena en cárcel común, mientras que a Olivieri le mantuvieron el arresto domiciliario del que goza por sus problemas de salud. El juicio es el cuarto oral y público que se realiza el Córdoba luego de la anulación de las leyes de obediencia debida y punto final. Tras el fallo, Waitman expresó entre lágrimas que “como cada juicio que termina y que hay condenas, existe la justicia. Porque éstos que encarcelaron y mataron a tantos compañeros y robaron niños no pueden seguir en la calle conviviendo como si no hubiesen hecho nada. El pueblo tiene que saber que cada juicio que termina es un juicio ganado a la vida, a la memoria”. Además dijo estar “contenta y a la vez triste porque no podemos dejar de pensar en nuestros compañeros, la pérdida de ellos, pero contenta porque la justicia llega, tarde pero llega”.

Por su parte el hermano de Ana María Villanueva se mostró “feliz de estar con mis familiares, con mis compañeros, con los estudiantes, las organizaciones de derechos humanos apoyando estos juicios”. Además destacó que “hubo un juicio justo y hubo genocidas que los sentamos en el banquillo y con las pruebas contundentes el tribunal dictaminó lo que dictaminó, a perpetua”. Según opinó “se cierra un capítulo doloroso, ahora creo que comienza otro con más calma, con más serenidad, pero también de lucha y de compromiso para que se continúe con estos juicios y se acabe con la impunidad”.

Testimonios de Sara Waitman y Angel Villanueva – Radio Sur de Córdoba

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